sábado, 3 de enero de 2009

Silence please

Esclavos de las palabras, señores de los silencios

"El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos"


Quizás el silencio sea lo que más daño hace a la sociedad, aleja los malentendidos pero a la vez los acentúa y los hace más abundantes, no los elimina. Por lo tanto es el silencio el mayor problema al que tenemos que enfrentarnos. Pero la sociedad comienza con la persona misma y si la propia persona no se interesa lo mas mínimo por hablar, por romper su silencio, mucho me temo que la sociedad se convertirá en el murmullo de un patio de preescolar. Así es, las cosas no se solucionan por arte de magia, las cosas hay que sacarlas fuera de uno mismo y no guardarselas para sí, es algo vital y necesario para la armonía de la sociedad.

La sinceridad es un factor clave, pero hay que saber cuando ser sincero y no meter la pata cuando no tiene sentido. Muchos egocéntricos u ombliguistas quieren sacar todo lo que llevan dentro a la luz pero se lo echan a ellos mismos otra vez; acaban volviéndose locos.

Así es nuestra sociedad, una sociedad loca, pero ¿quién hace la sociedad? nosotros, ADMITAMOSLO: ESTAMOS LOCOS. Somos animales, más rudimentarios que una lanza hecha con bambu y piedra. Mucho nos tenemos que reír cuando dicen: La sociedad ha avanzado. ¿En qué? ¿En lo visible? Pero en lo que verdaderamente nos hace diferentes ¿qué? En nuestros sentimientos, inquietudes, todo eso que nos diferencia del más puro instinto animal, lo estamos convirtiendo en eso, en un instinto.

¿De qué nos sirve ser personas y alardeamos de ello si nos comportamos como animales? Deberiamos de poner más en práctica el don que todos tenemos (unos más desarrollado que otros). Pienso que el que se ofenda con esta critica, es el más animal de todos, el más rudimentario y el menos evolucionado. En el mundo hay de todo, pero de lo que menos... seres humanos y aún menos: PERSONAS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario