sábado, 3 de enero de 2009

La más pura realidad

La vida es sueño...

La soledad se apodera de mí, al igual que la oscuridad, siento lo que se siente en la más fastidiosa de las pesadillas: impotencia. Esta vez estoy aquí, solo, mirando a la pared, esta vez tampoco duermo, tú no estas, entonces ya no es un sueño, como lo fue en su momento. Pese a que no estas te siento igual, estas conmigo, o por lo menos eso quiero y eso pienso, pero se que no, que no estas y que nunca estarás.

Miro las sábanas y veo... qué puede ser, no es posible, estoy llorando... otra vez. No puedo estar asi cada vez que pienso en no volverte a ver. Tengo que aprender a ser más fuerte y luchar, tengo que andar por el camino que dejan mis lágrimas al caer y no hundirme. Pero no puedo ¿por qué? porque ese camino eres tú, la luz que hace que pueda ver el camino eres tú y aquella razón que doy cuando rompo a llorar tambien eres tú. Ésta vez si que quiero despertar, para no volverme a dormir más.

Recuerdo ese sueño todavía, ocupabas una parte de mi cama, yo te miraba cómo dormías y tú... soñabas, no se en qué, no podré saberlo nunca, pero quiero ser el protagonista.

Recuerdo como si estuviese en ese instante, cada vez que te veo, el color de tu pelo, tus ojos cuando me miras, no quiero volver a romper a llorar. Hoy me doy cuenta de todo lo que me rodea, tus fotografías, tú y yo solos, lo que daría por vivir en esa fotografía. ¿Por qué hoy no despierto? Olvidaba que era real, no quiero la realidad pero tengo que aceptarla, preferiría ponerme a soñar y no despertar jamás, pero no puedo, sería un cobarde ¿acaso no lo soy ya? sí, pero quiero rendirme ya, estoy cansado de luchar, día tras día, noche tras noche esperándote, pero... mientras viva estaré esperándote y mientras respire estaré esperándote. Hoy no despierto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario