sábado, 3 de enero de 2009

Qué te voy a contar...

Sin título

Eran las 10:00 de la mañana y Vacío se disponía a dar un paseo para romper con su rutina habitual de trabajo y televisión. Era un hombre sencillo, un poco terco y soez. Jamás había conocido algún sentimiento por otra persona, su vida era austera y estaba siempre preocupado por sus obligaciones. Era despreocupado consigo mismo y se había convertido en una especie de muerto andante que veía la realidad como supervivencia ante el mundo.

Ese dia sintió la atracción de olvidarse de todo lo que habia vivido hasta ahora, una vida triste y miserable, con muchos amigos, o quizas conocidos, pero no sabia todavia lo que era el amor y habia pasado por constantes depresiones y desilusiones que hicieron de su corazon el objeto más frágil jamás visto.

Salió de su casa en direccion opuesta a como lo hacia siempre, y en linea recta campo a traves. Cuanto más andaba, más solo se sentia y mas añoraba volver a su vida rutinaria. No entendia que fuerza le llevaba a continuar con su nuevo rumbo pero siguió andando. Por el camino consiguió darse cuenta de la belleza de todo lo que se encontraba a su alrededor, no era todo como siempre lo habia visto, ahora todo parecia mas interesante y mas valioso como si hubiese salido de un cuento. Se dio cuenta de que cada minuto que vivia tenia que disfrutarlo al igual que habia disfrutado del paisaje. Tenia que ver cada dia como un presente digno de ser gozado. Y Vacío comenzó a llenarse. Se habia olvidado de qué se sentia sintiendo y algunos sentimientos se vieron capaces de ocupar su corazon.

Continuando por su nuevo y fructuoso camino, cada vez mas iluminado, consiguió distinguir al fondo una silueta que miraba con recelo al horizonte junto a un arbol. No era nada parecido a lo que habia visto antes y se acercó. La silueta sombría se transformaba poco a poco en el ser mas hermoso que habia visto hasta ahora. Tenia miedo de acercarse, era una mujer, pero no como las habia visto hasta ahora. Era preciosa, sus ojos expresivos le irradiaban sensaciones que jamas podia haber experimentado en tan poco tiempo. Ella se percató de su presencia y le miró fijamente mientras él se acercaba pausadamente hacia ella.

Por su cabeza corrian miles de pensamientos al mismo tiempo, y no sabia como actuar frente a ella. Miedos recorrian su cuerpo y temblaba ante la incertidumbre de lo que le podria deparar dicho encuentro.

Llegó frente a ella y quedó hipnotizado por sus labios, le miro de arriba a abajo y supo desde ese momento que era lo que siempre habia soñado, y el amor comenzó a hacerse hueco en su triste y melancolico corazon. Ella no hablaba, solo le miraba. En un principio tenia miedo de tocarle, pero cojió su mano. Ella no se echó atras y acarició su brazo. Él aturdido por su respuesta le soltó y le miró al suelo, liberandose de la posesión en la que le habia inducido. Fue el encuentro mas inesperado de su vida, y ese instante quedaria grabado en su retina para siempre.

Levantó la vista y se percató de que ella no apartaba sus ojos de él y le volvió a tocar. Ambos se sentaron en el suelo sin desviar sus miradas de los ojos de su nuevo descubrimiento. Ella era preciosa, pero él se sentia como su opuesto y no era capaz de entender como ella podia continuar mirandole sin apartarse.

Él no podia continuar ocultando lo que sentia en ese momento y tras un suspiro de caricias y muestras de correspondencia, él le puso en pie y sin dudarlo dos veces le besó. Ella cerró los ojos por primera vez desde que le habia visto aparecer y los dos se enlazaron en un beso largo y apasionado.

Podian haber pasado horas asi, incluso dias, pero derrepente ella empezó a fundirse con el viento y cada vez existía menos. Él aterrado y frustrado a causa del encuentro que estaba presenciando, quiso preguntarle su nombre. Ella le contestó. Se llamaba Vida. Él quedó empapado de tristeza le cojió de la mano y empezó a desvanecerse con ella.

Vacío y Vida desaparecieron sin dejar rastro.

Silence please

Esclavos de las palabras, señores de los silencios

"El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de los ruidos"


Quizás el silencio sea lo que más daño hace a la sociedad, aleja los malentendidos pero a la vez los acentúa y los hace más abundantes, no los elimina. Por lo tanto es el silencio el mayor problema al que tenemos que enfrentarnos. Pero la sociedad comienza con la persona misma y si la propia persona no se interesa lo mas mínimo por hablar, por romper su silencio, mucho me temo que la sociedad se convertirá en el murmullo de un patio de preescolar. Así es, las cosas no se solucionan por arte de magia, las cosas hay que sacarlas fuera de uno mismo y no guardarselas para sí, es algo vital y necesario para la armonía de la sociedad.

La sinceridad es un factor clave, pero hay que saber cuando ser sincero y no meter la pata cuando no tiene sentido. Muchos egocéntricos u ombliguistas quieren sacar todo lo que llevan dentro a la luz pero se lo echan a ellos mismos otra vez; acaban volviéndose locos.

Así es nuestra sociedad, una sociedad loca, pero ¿quién hace la sociedad? nosotros, ADMITAMOSLO: ESTAMOS LOCOS. Somos animales, más rudimentarios que una lanza hecha con bambu y piedra. Mucho nos tenemos que reír cuando dicen: La sociedad ha avanzado. ¿En qué? ¿En lo visible? Pero en lo que verdaderamente nos hace diferentes ¿qué? En nuestros sentimientos, inquietudes, todo eso que nos diferencia del más puro instinto animal, lo estamos convirtiendo en eso, en un instinto.

¿De qué nos sirve ser personas y alardeamos de ello si nos comportamos como animales? Deberiamos de poner más en práctica el don que todos tenemos (unos más desarrollado que otros). Pienso que el que se ofenda con esta critica, es el más animal de todos, el más rudimentario y el menos evolucionado. En el mundo hay de todo, pero de lo que menos... seres humanos y aún menos: PERSONAS.

La más pura realidad

La vida es sueño...

La soledad se apodera de mí, al igual que la oscuridad, siento lo que se siente en la más fastidiosa de las pesadillas: impotencia. Esta vez estoy aquí, solo, mirando a la pared, esta vez tampoco duermo, tú no estas, entonces ya no es un sueño, como lo fue en su momento. Pese a que no estas te siento igual, estas conmigo, o por lo menos eso quiero y eso pienso, pero se que no, que no estas y que nunca estarás.

Miro las sábanas y veo... qué puede ser, no es posible, estoy llorando... otra vez. No puedo estar asi cada vez que pienso en no volverte a ver. Tengo que aprender a ser más fuerte y luchar, tengo que andar por el camino que dejan mis lágrimas al caer y no hundirme. Pero no puedo ¿por qué? porque ese camino eres tú, la luz que hace que pueda ver el camino eres tú y aquella razón que doy cuando rompo a llorar tambien eres tú. Ésta vez si que quiero despertar, para no volverme a dormir más.

Recuerdo ese sueño todavía, ocupabas una parte de mi cama, yo te miraba cómo dormías y tú... soñabas, no se en qué, no podré saberlo nunca, pero quiero ser el protagonista.

Recuerdo como si estuviese en ese instante, cada vez que te veo, el color de tu pelo, tus ojos cuando me miras, no quiero volver a romper a llorar. Hoy me doy cuenta de todo lo que me rodea, tus fotografías, tú y yo solos, lo que daría por vivir en esa fotografía. ¿Por qué hoy no despierto? Olvidaba que era real, no quiero la realidad pero tengo que aceptarla, preferiría ponerme a soñar y no despertar jamás, pero no puedo, sería un cobarde ¿acaso no lo soy ya? sí, pero quiero rendirme ya, estoy cansado de luchar, día tras día, noche tras noche esperándote, pero... mientras viva estaré esperándote y mientras respire estaré esperándote. Hoy no despierto...

Nictofobia

No puedo evitarlo...

Mi peor miedo, la oscuridad. No puedo ver qué es lo que tengo a mi alrededor. Noto el frío que emana de las paredes que me rodean, si es que hay paredes, antes las había. Poco a poco voy notando como mis ojos se acostumbran a la sinuosa ausencia de luz, noto como los demás sentidos se van agudizando y empiezo a oír, oler y sentir cosas que en ningún momento antes había sentido. He oído algo, pero aquí sólo estoy yo, no hay nada más y lo se, aún así noto algo. Puedo oler mi propio miedo y me avergüenzo de mí mismo, por ser tan cobarde.

Tengo miedo de algo que no puedo ver, no puedo oír, no puedo tocar y no puedo oler, pero yo le doy vida, hago que pueda oler, que sea sensible a la vista y que emita sonido. Soy un verdadero paranoico, pero no aguanto más este luga, haría lo que fuera por salir de aquí cuanto antes. No puedo soportar esta tortura ni un segundo más.

Algo me mira, o yo creo que me mira, pero realmente no se ve nada, no hay nada, pero yo lo noto. Un sudor frío empieza a apoderarse de mi espalda, se me agarrotan las costillas y noto pekeños pinchazos. Evito y pienso en todo aquello que m da luz, que me ayuda a olvidar donde estoy ¿qué hago aquí? Que me cura las heridas y que me da vida.

Mientras pienso todas estas cosas, sigo notando como todo lo que había antes en la pared da vueltas; el suelo, la televisión, todo se mueve a mi alrededor. Noto una corriente de aire, pero todo esta cerrado. No entiendo nada, no se qué me esta pasando aquí dentro. Realmente soy lo bastante maduro para saber que nada de lo que pienso y que pasa ahí dentro es real pero aún asi sigo notando algo a mi lado, oigo sus pasos, se acercan hacia mí, pero llevo oyendo esos pasos acercarse mucho tiempo y todavía lo que quiera que sea éso no ha dejado de moverse cerca de mi.

Los noto cada vez más cerca, casi puedo olerlos, me doy la vuelta, no quiero saber qué es, empiezo a gritar, a mover los brazos con fuerza. ¿Qué es esto? ¿Una lágrima? ¿Qué hago llorando por este tipo de cosas? Noto más frío, no me hace falta secarme las lágrimas, se secan solas. ¿Qué me ha tocado? Ésto ya no es nada bueno, quiero huír de todo, sólo soy un mísero cobarde, no sirvo para nada y todavia no se qué hago aquí.

¿Qué quiero demostrar? Cuánto puedo aguantar enfrentándome a mi peor miedo, se que no puedo, cuando salga se van a reír de mí y mucho. Puedo notar su aliento en la nuca, acercándose, se me congelan las orejas, no puedo gritar, no me sale la voz, es imposible temblar más. Estoy despierto.

Soñando...

¿Cómo me encuentro?

¿Dónde estoy? No acierto a adivinarlo, sólo se que aquí estoy contigo. Tu duermes, crees que yo duermo, pero no es así. Estoy despierto, muy despierto, observando con detenimiento todo lo que nos rodea. No me imaginaba que algo tan sencillo como verte dormir pudiese suponer una transformación de mí mismo, en algo que no quisiera nunca ser.

Imagino tus labios tan cerca de los míos y no poder besarte, contener todos mis deseos. Tener tu piel tan cerca de la mía y no poder rozarte, abrazarte o simplemente acariciarte. Tan cerca, pero a la vez tan distante, qué injusto puede ser el momento.

¿Has sonreído? Creo que has sonreído, quiero creer que has sonreído. ¿En qué sueñas? Ojalá sea el protagonista de tu sueño, y sea yo quien te haga sonreír. Tú eres la protagonista del mío, no hoy, siempre. Imagino que sólo podre ser quien quiero ser en mis más profundos sueños, en aquellos en los que estoy contigo, en aquellos en los que un tú y yo, no son dos. Simplemente se que yo no soy yo, cuando tú no sabes quien eres tú.

Enrevesado, sí, pero dime tú si hay algo que no lo sea. Realmente pienso... ¿qué nos une a ti y a mi? Realmente no se cómo, ni cuando he tenido la suerte de conocer a alguien como tú. Ni siquiera se de que manera quien o qué elementos han tenido que juntarse para que tú y yo estemos aquí, juntos, sin preocupaciones, olvidados, felices. Tú duermes, yo observo. ¿Qué sueñas? Dime que sueñas. Quiero meterme en tu sueño, y así poder por fin soñar. Imaginas que duermo, imagino que estoy contigo.... SOÑANDO.

Me evado en la utopía

Te invito a desaparecer un ratito del mundo

Vayamonos lejos de las preocupaciones, lejos de esta vida tan superficial y monótona, que al fin y al cabo se nos valora como cosas y no como lo que somos: Personas. Quizás suene cobarde, querer desaparecer del mundo e irse a otro mundo más utópico que otra cosa, en el que todo se haga realidad. Pero nos tenemos que conformar con lo que tenemos y la mejor forma de sobrellevarlo es con las personas que nos quieren y que nos valoran, que no nos cosifican.

Parecera Marxiano pero es en una de las pocas cosas en las que estoy de acuerdo con él y así paro de criticarle un poco. Realmente el mundo que él kiere es el mundo del que estoy hablando, la utopía hecha espacio, tiempo y época.


Os invito a crear vuestro propio mundo utópico, o como dice una amiga mia: Invito a todo el mundo a que quiera ser principe, a que quiera ser guerrero, a que quiera ser princesa, a que quiera vivir con un poni, a que quiera ser el dueño del mundo, porque sólo así, y con la gente que le rodea y le valora, será feliz.

Por encima de todo, amigos

Un valor incalculable

En estos momentos de pequeño bajón es cuando más te necesito. Momentos en los que pensar en cosas bonitas no es difícil, si pienso en que tú estas ahí, a mi lado, y que se que nunca me dejarás. Realmente soy feliz cuando se que por la noche cuando me conecte estarás y podré hablar contigo, soy feliz porque puedo estar contigo casi todos los días y porque realmente he descubierto lo que es verdaderamente la amistad.

Por eso un amigo no es aquel con quien quedamos los viernes; un amigo es una persona que siempre esta para lo malo y para lo no tan malo, es una persona que sin hacer nada sorprendente y sin pedirte nada a cambio hace que te sientas querido, y eso para una persona es de las cosas más importantes.

Porque aunque no te lo creas has sido un pequeño regalo que escondía un rayo de luz en mi oscura y monótona vida, porque has cambiado mi vida y te has convertido en alguien fundamental para mi.


Por eso queria decirte que GRACIAS, por ser como eres, por estar ahí cuando hay que estarlo y sobre todo porque me haces feliz, por TODO ello otra vez... GRACIAS.

Te digo a ti, sí, a ti a quien le gusta que le llamen princesita, jajaja. Todo esto me sentiria mejor diciéndotelo a ti en privado pero lo digo aquí y ya lo hablare contigo.